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Discurso de Xóchitl Gálvez en la presentación del libro México: La Gran Nación Transnacional, en el Museo Memoria y Tolerancia.

Juan y yo nos conocimos justo en el gabinete de Vicente Fox, tú llegabas a la Oficina de Migrantes y yo llegaba a la Oficina de Pueblos Indígenas, y fue una labor que hicimos cada uno en su área.
Y también estaba la Oficina de las Personas con Discapacidad, que eran tres temas que en ese entonces el presidente Vicente Fox quería visibilizar, se había comprometido en reducir la desigualdad y la pobreza que enfrentaban, y especialmente la problemática de los migrantes, de los residentes de los mexicanos en el exterior.
Hoy es el Día Internacional del Migrante y, bueno, no dice si son los migrantes que van hacia el exterior o los que migramos de los pueblos a las ciudades, pero yo creo que el 80 por ciento de los hombres y mujeres de mi pueblo han migrado, algunos a Estados Unidos y otros a las ciudades, pero migramos justo buscando esas oportunidades, huyendo de la violencia o buscando la oportunidad de tener un mejor empleo, mejor pagado y la mitad de mis primos viven en Estados Unidos, otros vivimos en la Ciudad, pero desafortunadamente el pueblo cada vez está más vacío, porque no hemos sido tampoco capaces de generar esas oportunidades en nuestro país.
Yo quiero agradecer a Jorge, de la Universidad Ibero, por estos datos. Yo tengo la certeza que nunca debe haber otros datos, sólo hay unos datos: los datos técnicos.
Y hace unos días hacía un video sobre el Tren Maya, y justamente yo reclamaba que el presidente no había querido escuchar a los ambientalistas, y los ambientalistas lo único que pedían es hacer un estudio de impacto ambiental para que la construcción del Tren, no se oponían a la construcción del tren, pero querían que dañara lo menos posible el acuífero de la zona maya con los pilotes de acero y concreto que se iban a colocar.
Y tampoco quiso escuchar a los ingenieros e ingenieras para hacer un proyecto ejecutivo antes de iniciar la obra, justo para no estar cambiando de trazo, porque estos cambios de trazo provocaron, ya llevamos 20 millones de árboles tirados, o sea, a lo mejor hubieran sido 12 si se hubiera hecho una buena ingeniería.
Y tampoco se quiso escuchar a los antropólogos que peleaban por preservar el patrimonio del pueblo maya. Y si yo reclamaba que no había querido escuchar el presidente, tengan la certeza que yo siempre voy a escuchar, que son una mujer que escucha, que soy una mujer que se basa en la evidencia científica para tomar decisiones y por eso es que estoy aquí con ustedes, porque ustedes son los técnicos, ustedes son los que saben.
Mi querida Mónica, pusiste en la mesa temas fundamentales como monitorear y evaluar lo que hacemos. ¿Cómo podemos decir que si las cosas van bien o mal?
Hoy nuevamente escuchaba al presidente decir que en la franja entre donde se dieron el asesinato de estos 12 jóvenes en Salvatierra el día de ayer se ha incrementado el consumo de drogas.
Hace seis años que no hacemos una encuesta sobre adicciones en nuestro país. Nadie sabe exactamente si se consume fentanilo, qué tipo de drogas, en dónde, o sea, no podemos asegurar que haya sido el consumo de drogas lo que llevó al asesinato de estos 12 jóvenes en Salvatierra, Guanajuato.
Entonces creo que la clase política tenemos que evaluar, medir. Y lo que tú dices, Mónica, es fundamental. Si un atleta de alto rendimiento no midiera sus tiempos, no podría mejorar.
Entonces, si un país no mide el impacto de sus políticas públicas, no puede mejorar.
Y por supuesto que ahora que estuve en Estados Unidos reunida con la comunidad migrante, la gran queja es el abandono a los consulados, la falta de personal, lo complicado que es para ellos.
Estaba Yo con una compañera migrante de Oaxaca en un campo de fresas, sí, eran fresas, y me decía que ella tiene que perder un día de trabajo para venir a Los Ángeles al consulado, sacar sus documentos y muchas veces se regresan sin que la atiendan.
Entonces, para una persona que tiene que pagar estancia infantil, que tiene que pagar gasolina para su coche, dejar de trabajar un día es mucho.
Y los consulados no los están atendiendo porque han tenido un recorte impresionante.
Entonces lo que tú manifiestas en materia de consulados, me parece fundamental.
Y agradecerle a Javier del Tec de Monterrey, a Jorge y a Diego, que no pudieron estar aquí físicamente, pero que también son participantes del libro.
Y, Miriam, gracias por tus comentarios.
Viridiana.
Y estoy convencida que es hora de construir un México basado en el amor, tenemos que acabar con la división, el odio, eso no nos ha llevado a un buen camino. Tenemos que apostarle a un país de entendimiento del bien común.
Y sigo convencida de que somos 170 millones de mexicanos, que somos un país de 170 millones. No hay duda, sólo nos divide un río. Cuarenta millones de estos mexicanos viven en los Estados Unidos, 130 millones de este lado del río.
Y por eso cuando inicié mi campaña, para obtener firmas, cuando los partidos políticos se abrieron a la posibilidad de que una ciudadana que no militaba en un partido político fuera su aspirante a coordinar este Frente que se conformó, pedí que se pusiera el estado 33, porque si llegan 60 mil millones de pesos de remesas, por qué no pedir su opinión en lo que pasa en la política de nuestro país.
Y quiero decirte, Juan, que más de 100 mil personas firmaron por mí en el exterior, que es casi la votación que se tuvo en la elección pasada. Entonces eso quiere decir que hay muchísimo interés de los mexicanos residentes en el exterior por lo que pasa en nuestro país.
Aquí ya se dijo claramente de la aportación económica de los latinos, o sea, seríamos la séptima economía del mundo con la economía latina en Estados Unidos, pero hay que decir, el 60 por ciento de ellos son mexicanos; o sea, la comunidad mexicana en Estados Unidos es fundamental y eso nos tiene llevar a hacer políticas públicas donde realmente ellos tengan una participación más activa.
Yo he pensado, no puedo hacer propuestas de campaña en esta etapa, pero yo sí he pensado que a muchos de ellos les gustaría invertir en proyectos públicos privados, sociales donde puedan algún día pensar que regresen a México y tengan algo de que vivir.
Varios de mis primos tienen casas bien bonitas en el pueblo y no se regresan porque dicen: “híjole, y dónde trabajamos”, entonces, creo que también tendríamos que darles esa puerta de entrada a aquellos que se fueron buscando el sueño. Yo digo que es el sueño mexicano, porque el sueño mexicano es sacar adelante a tu familia, es apoyar a tus padres, ese es el sueño mexicano, y muchos de ellos lo lograron y ahora quisieran regresar a nuestro país.
En materia de los migrantes en tránsito yo quiero decir claramente que como senadora de la República presenté una iniciativa para que se eliminara el artículo 97 y 98 de la Ley de Migración porque es inconstitucional.
Ya la Corte lo dijo claramente, no podemos poner puestos de revisión dentro del territorio nacional, no podemos detener a las personas para que no puedan tener un libre tránsito.
Efectivamente, tenemos una frontera muy porosa en el sur, tendríamos que trabajar en tener una frontera más segura para evitar que entren personas que no necesariamente vienen a buscar trabajo.
Y yo celebro esta decisión de Femsa de contratar a migrantes de otros países para que puedan desarrollar una vida dentro de México.
México tiene problemas ya de empleo, hay regiones del país con pleno empleo, donde los migrantes centroamericanos, sudamericanos africanos, pudieran ser una oportunidad de desarrollo económico en el país.
Yo creo que tenemos que dejar de ver a los migrantes como un problema y quizá sean una buena solución para nuestro país, pero sobre todo respeta plenamente sus derechos humanos.
No podemos exigir que Estados Unidos respete a los migrantes mexicanos en sus derechos humanos si nosotros no tratamos de manera digna a los migrantes de otros países.
Y, por lo tanto, también presenté un punto de acuerdo para que hubiera una capacitación en el Instituto de Migración esto que pasó en Ciudad Juárez donde perdieron la vida 40 migrantes, es algo que nos debe de avergonzar como país y que jamás debe de suceder.
Creo que llegó el momento también de hacer un buen acuerdo con Estados Unidos, si vamos a ser un tercer país seguro, pues que lo hagamos en condiciones óptimas, porque hoy las organizaciones de la sociedad civil son las que fundamentalmente están apoyando a las personas en albergues que muchas veces no tienen las condiciones para respetar plenamente sus derechos humanos.
Gracias por el libro y gracias a todos ustedes en este Día del Migrante.