Por Oscar Díaz Salazar
Desde hace un par de años, a propósito de una columna que escribí sobre un tema relacionado con algunas maniobras en el puente Reynosa Pharr, establecí una comunicación fluida, -que derivó en afectiva-, con Julio Almanza Armas, presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio.
Tuvimos muchas coincidencias: El era dueño y administrador de un medio informativo digital, yo también. Fue candidato del PRD a gobernador del Estado, en un tiempo en que yo participé en ese partido, por el que fui regidor de mi pueblo. Yo en algún tiempo colaboré con los panistas y con el grupo de Cabeza de Vaca, él fue siempre muy cercano.
A Don Antonio Gallegos (QEPD) debo agradecer que nos hubiera reunido para aclarar el asunto del que escribí, e inaugurar una amistad, aunque breve, muy grata.
Me llamaba seguido para compartir información, para comentar los temas del día, para sugerir temas para escribir y para reírnos y/o quejarnos de los políticos.
Quedo pendiente una comida con su hermana Silvia, que pactamos desde el momento en que inauguramos nuestra relación, una relación de afecto y de compañerismo que alimentaba casi a diario, con la frecuencia que reclaman los afectos desinteresados, sinceros y en proceso de consolidación.
Hoy por la tarde fue asesinado frente a las oficinas de la CANACO de Matamoros. Los detalles se sabrán con el transcurrir del tiempo.
Lo que a mí me queda claro es que lo voy a extrañar.
Expreso mis condolencias a su familia y amigos
Julio Almanza
