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Discurso de Xóchitl Gálvez en el encuentro con mujeres

Versión estenográfica del discurso de Xóchitl Gálvez en el encuentro con mujeres, que tuvo lugar en la Plaza Pública de San Luis Potosí.
Muchas gracias.
Muy buenas tardes, San Luis Potosí. Muy buenas tardes, muchas gracias.
Saludo con mucho gusto al presidente municipal Enrique Galindo. Gracias por hacer de San Luis Potosí una ciudad, a pesar del poco apoyo que tienes como alcalde, porque me queda claro que les quitaron a los alcaldes todos los fondos para la seguridad municipal.
¿Cómo vamos a tener un país seguro si no inviertes en lo más importante, que es en la seguridad de las personas?
Pero nuestro gobierno tiene otras preocupaciones en lugar de preocuparse por la seguridad pública.
Cuando una servidora llegue donde tiene que llegar, le garantizo a los habitantes de San Luis Potosí que van a estar apoyados desde la Presidencia de la República.
Tengan la certeza que no habrá ese abandono a los alcaldes.
Saludo a todas y cada una de las compañeras que me antecedieron, gracias a cada una por sus palabras tan generosas. Ten la certeza que vamos a trabajar durísimo por los jóvenes, porque la razón por la que estoy aquí es porque soy madre de dos jóvenes y ya me cansé de que tengan miedo, ya me cansé de que nuestras hijas no puedan salir a la calle sin tener miedo.
(Porras)
Gracias, gracias.
Lo primero que quiero que sepan es que soy una mujer como ustedes, una mujer como muchas de ustedes, que viene de abajo, que ha luchado, que se ha esforzado.
La historia ya la conocen, nací en Tepaltepec, en un lugar donde no se permitía soñar, donde las mujeres ni siquiera pensábamos si podíamos estudiar la escuela secundaria, teníamos que migrar a otro municipio.
Sí, efectivamente vendía gelatinas a los ocho años, porque tenía el sueño de sacar a mi madre adelante. Pero qué bueno, porque aprendí a trabajar y el trabajo es algo que le ayuda a uno a lo largo de la vida.
Tuve la capacidad de soñar, trabajé para hacer la secundaria, trabajé en la Presidencia Municipal de mi pueblo como escribiente del Registro Civil y así me costeé la preparatoria.
Y un buen día, me decían, “las mujeres no estudian, cómo que te vas a ir a la universidad. –Claro que me voy a ir a la universidad. – Pues no te vamos a dar dinero, no te puedes ir sola a México”. Y me fui sola a México.
Tenía sólo 17 años y me atreví, conseguí un trabajo de telefonista, conseguí un cuarto de lámina en Iztapalapa y ahí viví, ahí viví, ahí luché y ahí soñé.
Que nadie le diga a ninguna de ustedes que no se puede. Por favor, claro que se puede, claro que las mujeres pueden lograr todos y cada uno de sus sueños, lo que necesitamos es que las apoyen, que las ayuden, que emparejemos el piso.
El otro día estuve hablando con Fernanda, ahora que presenté mi plan, mis colaboradores para hacer el plan de gobierno y Fernanda era estudiante de medicina y tuvo que dejar la carrera.
Y dijo claramente “la dejé, porque tenía que trabajar y estudiar”. Entonces imagínense estudiar medicina y trabajar es casi imposible, porque es una carrera muy demandante.
Necesitamos que ninguna mujer deje la escuela por falta de apoyo económico. Ese es el primer compromiso que hago aquí con ustedes, que cualquier persona que sueñe con estudiar lo pueda realizar.
Yo sé lo que se siente salir a las 6:30 a chambear, a las 5:30 para entrar 6:30 a chambear, entraba a las 6:30, a las 7 me ponía mi diadema de telefonista y terminaba a las 3 de la tarde; a las 4 salía a Ciudad Universitaria y salía a las 10 de la noche, iba llegando 11: 30 de la noche a mi cuarto para empezar a hacer series de matemáticas, a veces me daban 2, 3 de la mañana y otra vez a las 5 ya sonaba el despertador para volver a salir temprano.
Sí necesitamos que aquellas jóvenes, aquellas mujeres que quieran prepararse, lo puedan hacer. Y también los hombres, los hombres necesitan desarrollarse.
Y les cuento esta historia… Claro, claro, yo tengo un hijo y tengo un marido.
Yo tengo un hijo, Juan Pablo; y mi marido Rubén, que ahora ya se dedica a la música, pero él fue ingeniero químico durante muchos años, trabajó en una empresa por más de 40 años. Mi querido Rubén, que le mando un saludo donde esté, porque hace días que no lo veo.
Pero les platico esto porque miren, si algo me caracteriza a mí es entender por qué muchas personas no pueden salir de la pobreza.
Y mi sueño es que sí sigan los programas sociales, por supuesto. Díganle a la gente que los programas son buenos, que están bien, pero no son suficientes.
Necesitamos que los jóvenes de esas familias se preparen, estudien. A mí me pasó de ganar 2 mil 500 pesos de telefonista, conseguí una beca en la facultad de ingeniería, tres semestres bastaron; tres semestres donde aprendí a programa, aprendí sistemas operativos, aprendí bases de datos y de repente vi un letrero que decía “se solicita ingeniera o pasante de ingeniera que sepa todo esto”. Dije “uta, pues yo sé todo eso”.
Fui, apliqué, me aceptaron y me empezaron a pagar 50 mil pesos mensuales. De ese tamaño, de ese tamaño es lo que hace la educación por una persona.
Claro que una persona que gana muy poco, que está de recepcionista, si la apoyamos a que estudie va a salir adelante. Esa es la realidad que yo viví.
Y de ahí para adelante me comí al mundo, me volví empresaria.
¿Cuántos de aquí, cuántas de aquí les gustaría empezar un negocio si tuvieran un apoyo? Levanten la mano las mujeres. Miren nada más, todas las mujeres quieren emprender algo.
Cuando yo dije “quiero ser empresaria”, me dijeron “no, las mujeres no son empresarias, cómo crees, cómo vas a hacer una empresa en el mundo de la construcción si es un mundo de hombres”. Dije, “pero es que yo sé muchas cosas y puedo ser una buena empresaria”.
Fui a los bancos, nadie me prestó dinero y al final de cuentas pedí fiadas dos computadoras y un plotter, así, firmé 12 pagarés, vendí mi coche, renté una oficinita ahí por División del Norte y miren, empecé la empresa. A los dos años fui la empresaria del año, a los dos años.
¿Cuántas posibles empresarias del año tenemos aquí, que lo único que están esperando es una oportunidad, es un empujón, un crédito, que les permita emprender sus sueños?
Yo sí creo en el trabajo de hombres y de mujeres para salir adelante.
Una vez que fui empresaria del año puse una fundación, para ayudar a los que no tenían nada; una fundación para ayudar a niños indígenas que sufrían desnutrición y que morían antes de los cinco años por un bajo peso.
Ahí estaba trabajando cuando de repente me dan un premio en Suiza, en el Foro Económico de Davos, como una de las 100 líderes globales del futuro del mundo.
¿Y saben qué? Fui la primera mujer mexicana en estar en esa lista, la primera mujer mexicana.
Entonces por supuesto que las mujeres podemos, y además que no tenía pedigrí, porque los otros eran como puros apellidos: Bill Gates, Tony Blair, Emilio Azcárraga, todos estos personajes de mucha trayectoria.
Y ahí fue donde me encontró Vicente Fox, o sea, no crean que sólo he vendido gelatinas y tamales; no, no crean, o sea, fui empresaria del año, estuve entre los líderes globales, fui funcionaria federal, me tocó llevar electricidad a toda la región de la Huasteca aquí en San Luis Potosí.
Por cierto, aquí perdí una apuesta con el San Luis y el Cruz Azul, y la cumplí, eh, pagué la apuesta. Construimos el puente de la apuesta allá en Tamazunchale, lo pagué de mi dinero, o sea, soy una mujer de palabra. Y también el cemento lo puso el Cruz Azul por güeyes, para qué perdieron.
Pero sí, conozco bien San Luis Potosí, conozco sus regiones, su pobreza. Y ahí con Vicente Fox logramos hacer 10 universidades interculturales, hacer hospitales, hacer carreteras, hacer obras que le cambiaron la vida a las personas.
Después fui alcaldesa de mi municipio, le metí duro, así como le está metiendo Enrique Galindo, a la seguridad pública.
¿Saben qué hice? Me puse a cerrar giros negros, porque ahí en los giros negros había mucha trata de mujeres, había mucha prostitución, pero muchas veces con menores de edad.
Entonces los alcaldes tenemos que aplicar la mano dura, había mucho consumo de drogas, había mucha violencia en estos giros negros, y como alcaldesa tuve los ovarios para enfrentar a esta bola de malosos que había en mi municipio.
Después fui senadora, y dirán: ¿Qué hizo una senadora? Bueno, saqué una ley para que las trabajadoras del hogar tuvieran seguridad social. Las trabajadoras del hogar no tenían derecho a tener seguridad social y eso era muy injusto.
Una vez que conocen quién soy y de dónde vengo, les puede dar la garantía que una servidora no va a llegar, ni a robarse el dinero ni va a llegar a hacer políticas públicas que no sean cercanas a la gente.
Sé que lo que cuesta ganar el dinero, sé lo que cuesta pagar impuestos y me queda claro para qué son los recursos públicos, para cambiarle la vida a las personas.
Hoy México tiene graves problemas, les voy a señalar cuatro problemas: Uno, nos acaban de reprobar en la prueba PISA en educación, salimos reprobados.
Este gobierno logró que en cinco años retrocediéramos 10 años en educación.
Pero les tengo una mala noticia, en matemáticas retrocedimos 20 años, 20 años.
Las carreras del futuro requieren la enseñanza de matemáticas, la mecatrónica, la inteligencia artificial, la robótica, las ingenierías, así también como las psicólogas y las pedagogas, pero necesitamos apostarle a empleos bien pagados.
Entonces esa es una mala noticia para los jóvenes, estamos reprobados en educación y si seguimos así, como un gobierno que lo único que quiere es aleccionar a nuestros niños, meterles una ideología en lugar de darles enseñanza que los saquen adelante, pues ahí tenemos que resolver un grave problema.
¿En qué otra cosa estamos mal? Estamos mal en seguridad pública, 167 mil personas asesinadas en lo que va esta administración; 47 mil personas desaparecidas; todos los días matan a 10 mujeres; todos los días desaparecen seis mujeres; todos los días violan a 46 mujeres. Ahí es a donde tenemos un grave problema. La estrategia de abrazos y no balazos ha sido un fracaso.
Otro tema en el que estamos muy mal es el tema de la salud. Traten de ir al Seguro Social, traten de sacar una cita, traten de sacar una cirugía.
Todos los que perdieron el Seguro Popular, ¿qué les pasa ahora? Si les da un infarto, si tienen un cáncer de mama, si los niños tienen un cáncer, las madres tienen que empezar a sufrir. Nos quitaron el Seguro Popular y al día de hoy no tenemos un sistema de salud que proteja a los ciudadanos.
Y otro problema que tenemos es que el dinero no alcanza, la gente gana muy poco, necesitamos mejorar la economía, necesitamos crecer al país.
¿Y qué necesitan? Lo que necesitan es una presidenta xingona, una presidenta… Xingón no es grosería, xingón es ser xingón. Todo mundo entiende qué es ser xingón, ¿no?
¿Quieren un México xingón? Yo también quiero un México xingón con equis.
Miren, ¿qué necesita México? Necesita alguien que le entienda que hay que apostarle a la educación, necesitan a alguien que le entienda que hay que generar empleos.
¿Saben ustedes el potencial que tiene San Luis Potosí, les queda claro que ustedes podrían ser una gran potencia económica y tener empleos súper bien pagados por la localización que tienen?
Pero ¿qué tienen que resolver y que este gobernador que tienen no lo está haciendo y que este presidente que tenemos no lo está haciendo?
Uno, necesitamos Estado de derecho la ley sí es la ley; necesitamos que la ley sea la ley.
Dos, necesitamos energía, ya no hay energía en San Luis Potosí.
Y agua, necesitamos ayudar al alcalde para que se trate el 100 por ciento del agua residual, el 100 por ciento del agua, y que esa agua se vaya a la industria y que el agua que hoy usa la industria potable se venga a las familias.
Pero para eso hay que entenderle y esos bueyes no le entienden, estos bueyes no han invertido dinero en tratamiento de agua y no invierta la CNA hace mucho tiempo en este tema.
Tres, necesitamos seguridad pública, las empresas no van a venir si tienen el riesgo de perder la vida sus altos directivos; pueden perder lana, pero no la vida.
Necesitamos apostarle a la educación, al capital humano, a preparar a nuestros jóvenes; necesitamos invertir en más universidades, en más escuelas tecnológicas; que aquellos jóvenes que dejaron la preparatoria o la secundaria, les demos certificaciones laborales.
Lo que me decía nuestra compañera, que aprendan habilidades digitales, que aprendan inglés, que aprendan robótica, que aprendan inteligencia artificial, que aprendan un curso de soldadura de alta precisión, que aprendan a manejar un torno, una máquina numérica.
Y esos jóvenes pueden trabajar en esas empresas, pero esas empresas van a venir si hay agua, si hay energía, si hay Estado de derecho, si hay seguridad pública.
Entonces necesitamos generar un círculo virtuoso, podemos salir adelante.
El nearshoring es una realidad, se pueden relocalizar cientos de empresas de China a México.
Se están relocalizando algunas, pero podrían ser muchas más y podría haber mucho más trabajo.
¿Saben de dónde están viniendo a trabajar muchos empleados? De Guanajuato, están trayendo mucha gente de Guanajuato porque hacen falta más personas preparadas. Y aquí en San Luis Potosí tienen talento, tienen capacidad, lo que les falta es alguien que les dé una oportunidad a los jóvenes.
Y, por último, necesitan invertir en infraestructura, líneas de transmisión eléctrica, líneas de gas natural; hacer el famoso libramiento, para que ya no se sature el cruce a San Luis Potosí; o sea, hay opciones.
Pero ¿dónde creen que se ha gastado el dinero este gobierno? Se lo ha gastado en el sureste. Un tren que iba a costar 120 mil millones, ¿saben cuánto está costando? Quinientos mil millones.
Una refinería que iba a costar 160 mil millones, está costando 400 mil millones.
Alguien se está robando el dinero y todo parece indicar que son los amigos del hijo del presidente, los que están haciendo contratos millonarios no sólo con la salud, sino con este tipo de obras.
Por eso necesitan ustedes a una presidenta que le entienda a cómo salir de la pobreza, de la pobreza se sale, yo salí de la pobreza estudiando y trabajando.
Y yo estoy segura que las personas de escasos recursos quieren que sus hijos salgan adelante.
Por supuesto que está bien la pensión de adultos mayores, pero también hay que darles medicamentos a los adultos mayores, hay que darles prótesis dentales, hay que darles operaciones para cataratas, operaciones cuando tengan una enfermedad.
Hoy a los adultos mayores los tratan del nabo en las instituciones de salud.
A los niños hay que darles becas, sí, pero también hay que darles estancias infantiles, hay que darles escuelas de tiempo completo, hay que darles a los niños vacunas, hoy no hay vacunas; hay que darles a los niños tratamientos contra el cáncer, si llegan a tener cáncer.
Entonces sí estamos, y difúndanlo, los programas sociales se van a quedar, pero necesitamos más, las gente merece más. No se conformen con tan poquito, merecen mucho más, merecen seguridad, merecen poder salir a calle con tranquilidad.
Por eso aquí hay de dos sopas: O claudicamos, que claudicar es conformarnos, claudicar es aceptar que siga la inseguridad, claudicar significa la mediocridad, ellos no quieren que tú crezcas, ellos no quieren que tú salgas adelante, ellos quieren que te conformes con lo poco que te dan.
Y el otro proyecto es impulsar, es innovar, es ir hacia el futuro, es apoyar a las familias, es apoyar a la clase media, al que trabaja, al que se levanta temprano, al que abre su negocio, al que se esfuerza, a esos también tenemos que apoyar.
Por supuesto que hay que apoyar a los que menos tienen, pero también a los chingan todo el día.
Claudicar significa rendirse, claudicar significa dejar de luchar.
Yo hoy les vengo a proponer que construyamos un México con futuro, yo hoy les vengo a decir no aceptemos lo que ayer el presidente de la República dijo.
Dijo que tenemos que resolver entre todos el problema de la extorsión, como si ustedes fueran extorsionadores, como si ustedes fueran los responsables, dijo que la extorsión es tarea de todos, como si ustedes fueran los responsables de que extorsionen a los limoneros, a los aguacateros, porque ¿saben qué? en Zacatecas están extorsionando a los comerciantes, a los polleros, a los de las panaderías, aquí también, verdad.
La extorsión que estaban sufriendo los campesinos del Estado de México.
¿Supieron?
Intervención: (Inaudible)
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Mande?
Intervención: (Inaudible)
Xóchitl Gálvez Ruiz: De los jubilados, hay que preocuparnos por los jubilados, sí es cierto.
La pensión de los jubilados es una pensión muy precaria y este es un tema.
Intervención: (Inaudible)
Xóchitl Gálvez Ruiz: Sí, ya le entendí.
Les pagan en UMAs y, obviamente, el salario mínimo ha crecido y no les quieren pagar mejor a los jubilados.
Claro que sí, eso es un tema que hay que abordar.
Y yo siempre les voy a decir la verdad, cuenten conmigo.
Gracias.
Para ir concluyendo, lo que pasó en el Estado de México es el cansancio de los ciudadanos.
¿Saben cuánto les quitaban a los agricultores de su cosecha?
Setenta por ciento.
Estos malos de La Familia Michoacana querían que los agricultores les pagaran el 70 por ciento de lo que cosechaban.
¿Qué hicieron las personas en el Estado de México?
No es la forma, pero es el cansancio, tomaron justicia por su propia mano, se defendieron de los balazos que estos delincuentes lanzaron al aire, fallecieron tres agricultores, cuatro agricultores fallecieron y fallecieron nueve delincuentes.
Y el presidente dice: “Hay que resolver la extorsión entre todos”, yo le digo desde aquí, para eso es usted el presidente, para eso es usted el comandante de las Fuerzas Armadas, le toca a usted resolver el problema de la extorsión.
Deje de abandonar a los mexicanos a su suerte, deje de ser el jefe de campaña de su candidata y póngase a trabajar, porque los mexicanos ya se cansaron de tanta delincuencia.
Yo les digo desde aquí, tengo los ovarios, tengo los ovarios para enfrenta a los delincuentes, tengo el coraje, tengo el corazón y tengo la cabeza para hacer una estrategia que proteja a las familias, basta del abandono a las familias, basta del abandono a las mujeres, basta del abandono a los agricultores.
Tengan la certeza que nosotros estamos planteando que las mujeres, y hoy estoy aquí con las mujeres, las mujeres van a ser prioridad.
Y yo les digo a los hombres, ustedes son muy inteligentes, ustedes saben que no es una pelea entre hombres y mujeres, ustedes saben, yo estoy casada, creo en la familia, tengo un esposo y tengo dos hijos, la vida hoy le va a dar la oportunidad de tener una mujer presidenta, pero tengan la certeza que vamos a hacer un nuevo pacto entre hombres y mujeres, vamos a hacer un pacto donde nos vamos a apoyar unos a otros.
No debe de haber ninguna mujer que muera a manos de un hombre por su fuerza física, por su superioridad, necesitamos entender que muchas mujeres soportan esa violencia, y ustedes hombres son papás, y a ninguno de ustedes les gustaría que un hombre le quitara la vida a una de sus hijas, estoy segura.
Ustedes se sentirían fatal de saber que el esposo de su hija las está violentando.
¿Qué tenemos que hacer para acabar con la violencia?
Por supuesto que el gobierno tiene que atender cada llamada, cada llamada de una mujer tiene que ser una alerta para el gobierno para que esté cerca de ella, porque muchas veces las mujeres se arman de valor y después se arrepienten, pero alguien tiene que ver qué está pasando en esa familia.
Yo le decía a mi madre: Deja a mi papá, por qué dejas que te pegue, pero ella creía que ese era su destino.
Muchas mujeres creen que se merecen ser maltratadas, muchas mujeres creen que ese fue su destino vivir en eso.
¿Y saben por qué muchas mujeres no dejan la violencia?
Porque no tienen dinero para salir adelante, muchas mujeres no tienen un trabajo y les da miedo.
Por eso este proyecto está pensado y su sueño es hacer el sistema nacional de cuidados.
¿Qué es el sistema nacional de cuidados?
Se los voy a explicar, porque para las mujeres es clave, que haya instancias infantiles para que puedan dejar a sus hijos seguros, que haya escuelas de tiempo completo para que no tengan miedo de dónde están sus hijos en la tarde mientras ustedes trabajan.
Que haya apoyo para las mujeres que tienen hijos con discapacidad o familiares con discapacidad qué cuidar, porque hoy los niños que tienen discapacidad no tienen una buena educación, no hay escuelas que realmente les enseñen perfecto a los niños que son sordos, que son ciegos, que tienen autismo, la educación para personas con discapacidad es muy deficiente.
Pero también tienen derecho a tener un trabajo las personas con discapacidad, también tienen derecho a que las personas con discapacidad sean cuidadas por el Estado y no necesariamente por las mujeres, que venga una enfermera a tu casa a ayudarte, a bañar a un adulto mayor también.
Tiene que haber un sistema de cuidados para los adultos mayores, los adultos mayores deben ser cuidados, protegidos, al final de su vida, ellos ya cumplieron, no sólo es darles dos mil pesos y ya, tenemos que verificar que esté bien su salud.
Por eso para este proyecto las mujeres son vitales, porque si las mujeres se integran a la vida laboral no va a haber un hombre que las violente, porque se van a sentir fuertes, se van a sentir que pueden salir adelante.
Así que les digo a todas las mujeres cuenten conmigo, cuenten conmigo.
Y a los hombres les digo, quiero su apoyo, quiero el apoyo de los hombres, es muy importante que los hombres le den la oportunidad a una mujer valiente, a una mujer que le apuesta a acabar con la división de este país, basta de odio, basta de división, basta de hablar de unos a otros, todos valemos lo mismo, todos somos iguales, los que son más pobres van a salir adelante con este proyecto, van a pasar a ser clase media y los de la clase media los vamos a apoyar para que sigan siendo clase media y no se caigan a la pobreza.
Somos gente de esfuerzo, somos gente de trabajo, tenemos todos que luchar para sacar a este país adelante.
Yo simplemente quiero decirles, hoy la esperanza ya cambió de manos, hoy la esperanza está con nosotros y con esa esperanza vamos a construir el país que nos merecemos.
Yo hoy lo que les vengo a ofrecer es la victoria, la posibilidad de sacar adelante a sus hijos, porque yo quiero para mis hijos una vida de libertad, de seguridad y de justicia, y eso quiero para sus hijos.